Hna. Marie-Blance Leblanc: voluntaria en Cuidados Paliativos

« Hija de Jerónimo Le Royer y de María de la Ferre, es en sus pasos, en el mismo caminar de Fe, que vivo mi misión: Amar como Dios ama especialmente a los pobres, a los enfermos, a los desfavorecidos. Reconocer a Jesús en la persona del enfermo con quien me encuentro.
Es en este espíritu que vivo mi ministerio de acompañamiento a las personas hospitalizadas en cuidados paliativos, en el Hôtel-Dieu de Montreal.

Estas personas enfermas, llegan a menudo en la última etapa de su vida y necesitan confort, tratamientos contra el dolor, pero más que todo necesitan una presencia, con ternura y compasión. Voluntaria en este servicio, me siento habitada por este fuego interior en los pasos de nuestros fundadores. Estoy invitada a contemplar a Jesús presente en mis hermanos y hermanas quienes avanzan en la ruta que lleva hacia el Eterno.
Este universo hospitalario me llama a respetar el pluralismo religioso, el ateísmo. Cada persona es única, es por eso cuando me encuentro con un hermano o una hermana, es siempre una nueva experiencia… en mis visitas a esta humanidad sufriente, trato de ser la imagen de Jesús. Me pongo al lado, no me adelanto, a veces guardo silencio al tomar la mano del otro, con una mano que reconforta, que lleva al enfermo a su Fuente. Entonces mi acompañamiento se vuelve oración.

Soy privilegiada de poder vivir tal ministerio por medio del cual descubro cada vez más el Dios de Jesucristo quien es un Dios de Amor. Este tiempo gratuito a la persona que sufre ayuda a crecer en todos los niveles del ser. Todas estas visitas son preciosos momentos de vida y doy gracias a Dios por estar siempre presente en este mundo del sufrimiento y de colaborar para que haya siempre más humanidad en el mundo de la salud. »