¿Qué somos? Nuestra Historia

Los asociado(a)s son personas cristianas que optan por vivir su compromiso bautismal en la Iglesia y en el mundo, según el espíritu de la familia espiritual de las Religiosas Hospitalarias de San José.

«La libertad de los hijos de Dios»

Soltero o en pareja, nos comprometemos a profundizar la herencia espiritual dejada por el fundador Jerónimo Le Royer, laico y padre de familia y por María de la Ferre, cofundadora de la Congregación de las Religiosas Hospitalarias de San José; para vivir nuestra misión específica, en Iglesia, en nuestra vida familiar y profesional:

«Anunciar al mundo a un Dios Amor que une y libera»

Nuestra Historia
Jerónimo Le Royer, hombre inspirado por Dios tenía el proyecto de fundar la Congregación de las Hijas de San José en La Flèche, en Francia. Los obstáculos eran numerosos, la fundación esperaba, es entonces que él pide al obispo para fundar la Cofradía de la Sagrada Familia, agrupando a laicos, hombres y mujeres que deseaban vivir intensamente su vida cristiana. Obtuvo el acuerdo de Mons. de Rueil en febrero de 1636. Algunos meses después, en mayo de 1636, la Congregación era fundada con este espíritu querido por el Fundador. «El espíritu de esta familia es el de la Santa Libertad de los hijos de Dios». Esta espiritualidad era también la de la Cofradía.

La historia no cuenta lo que vivió esta cofradía en los siglos que siguieron su fundación. Pero, en 1985, la Congregación retorna a sus orígenes y propone un acercamiento a las personas cristianas deseosas de vivir del espíritu y  del carisma de la Congregación.

Entonces, es el nacimiento de los primeros grupos de personas asociadas en 1985, en Nuevo Brunswick, en Quebec, en Francia, en Ontario, en Estados Unidos, en el Perú y en 2009 en República Dominicana. 20 grupos existen agrupando a 256 personas asociadas comprometidas y 21 en formación. Los grupos toman cargos progresivamente. Es así que el 1ero de setiembre de 2010, 11 grupos tienen a una persona laica como responsable, el objetivo es permitir a las personas asociadas reafirmar su propia identidad de laicos, herederos de pleno derecho de la espiritualidad de los fundadores de las RHSJ.