El Hno. Antoine-Emmanuel decía en su homilía del 1ero de marzo:

Y, ¿qué es la ecología humana?
Es escuchar el lenguaje de nuestra naturaleza humana
Y responder con coherencia.

«Porque el hombre no es únicamente una libertad que se cree en sí mismo.
El hombre es espíritu y voluntad, pero es también naturaleza.
Y su voluntad es justa cuando respeta la naturaleza,
Cuando la escucha,
Cuando se acepta a sí mismo por lo que es,
Que acepta que no se creó a sí mismo.»
Es aun así «que se realiza la verdadera libertad humana»
(Benedicto XVI. Discurso en el Reichstag. 22 09 2011)

¿Ya ven nuestro trabajo de ecología humana?
Se trata de escuchar nuestra naturaleza,
de leer nuestra naturaleza,
y de responder con coherencia.

Un poco más adelante dirá de qué novedad se trata.
En primer lugar, la novedad de la escucha de la Palabra de Dios
Porque la Palabra de Dios es siempre nueva.
Es también la novedad de la Tradición de la Iglesia, de la historia y
En fin la novedad de los avances científicos, técnicos, médicos, filosóficos.

Los Temas presentados por diferentes personas hablaban del comienzo de la vida hasta la muerte:

¡Qué belleza...
... en estas imágenes de la multiplicación de las células en los primerísimos días que siguen la concepción de un pequeño ser humano.
... en la adopción de niños discapacitados
...  en ser testigo de reconciliación al final de la vida.
...  en ser testigo de acción de gracias para el hombre que decide celebrar en su cuarto de hospital su matrimonio con la a quien haya podido dar testimonio de su amor.

Demos gracias por una ecología humana donde la ciencia y la medicina no sirven para dominar la naturaleza humana pero donde se ponen al servicio de la vida. Y, ¿quién nos enseña esta ecología humana? ¿Quién nos introduce a esto? Los niños, los enfermos, los discapacitados, los moribundos.

El horizonte de esta ecología, ¿no es por esto que Jesús ha dicho?: «Padre, que todos seamos uno como nosotros somos uno.»