Jerónimo Le Royer : Hombre de acción

En el día de la purificación, 2 de febrero de 1630, en la capilla de Notre-Dame-du-Chef-du-Pont, Jerónimo Le Royer después de haber comulgado y animado de un gran fervor, se siente llamado a fundar una congregación de Hijas Hospitalarias para el servicio de los enfermos pobres acogidos en la anterior Casa-Dios de la Flèche. Al esperar poder continuar con este mandato, acondicionó el viejo hospital destartalado de su ciudad, que será el lugar de implantación de la futura comunidad.

En los siguientes años, los consejeros espirituales de Jerónimo le urgen a dejar de pensar en estas «piadosas quimeras».

Este laico comprometido escucha, una vez más, una voz interior que le llama a:

• fundar una colonia de evangelización en la isla de Montreal;
• establecer un hospital que será atendido por las Hijas Hospitalarias de San José.

En febrero de 1635, en Notre-Dame de París, en una nueva experiencia espiritual, el Señor Le Royer se ve en presencia de la Sagrada Familia y escucha a Jesús decirle: «En adelante será mi fiel servidor. Le revestiré de fuerza y de sabiduría, tendrá como guía a su ángel de la guarda. Trabaje fuertemente en mi obra, le basta mi gracia que no le faltará.»

Desde aquel entonces, sus consejeros espirituales tomaron en serio sus «piadosas quimeras» y Jerónimo pasa a la acción en un gran espíritu de fe y  abandono.